“Argentina ha sido tierra de defensores pero el que está descollando es Ecuatoriano”
En Argentina recuerdan a Pasarella, Ruggeri y el Ratón Ayala, destacando el momento que vive Piero Hincapié
A sus 19 años es absolutamente inamovible en el Talleres de Córdoba que destaca como uno de los equipos revelación de los últimos tiempos en Argentina. Y los elogios en territorio gaucho para Piero Hincapié no cesan.
A lo largo de las décadas, el balompié gaucho siempre se ha caracterizado por la calidad de sus futbolistas en todas las líneas de la cancha. Pero ahora, es un joven futbolista de la Mitad del Mundo el que está acaparando los flashes a nivel de zagueros centrales en Argentina.
A tal punto, que en el país del sur del continente ya lo califican como “uno de los defensores con más futuro de Sudamérica”, recordando que a pesar de tener tan solo 19 años, se desenvuelve con la jerarquía de un veterano de mil batallas jugando para Talleres de Córdoba.
La nota de Isabella Ruggeri para el portal ‘La Pizarra del DT’ de Argentina:
Piero Hincapié, un perfil necesario en Sudamérica
Daniel Passarella, Roberto Perfumo, Oscar Ruggeri, Roberto Ayala… Argentina siempre ha sido tierra de grandes defensores centrales, caracterizados por su imponente estilo de juego y su aguerrida personalidad. Sin embargo, el zaguero juvenil que está descollando en el fútbol argentino no es otro que un ecuatoriano, y su nombre es Piero Hincapié.
Su arribo a Talleres de Córdoba se produce en agosto de 2020. Tanto el proyecto como las intenciones de la entidad argentina son reconocidas en la actualidad, siendo esta una de las que con mayor frecuencia apuesta al desarrollo de jóvenes promesas. El caso de Piero Hincapié, en un principio, estaba previsto para ser eso: un futbolista a tener en cuenta en la plantilla, pero cuyo rol sería secundario; su crecimiento marcaría su relevancia. Aun así, la desafortunada lesión de Juan Komar, quien era el zaguero titular en el comienzo del campeonato pasado, obligó a Alexander Medina a confiar en el ecuatoriano. Y lo cierto es que el desafío no podría haberle salido mejor.
En primer lugar, es necesario recalcar que el contexto de su equipo le viene de maravilla. El sistema que por excelencia ha implementado Talleres bajo el mando de Medina ha sido el 4-2-3-1, en el cual Hincapié es el segundo marcador central, es decir, el zaguero por izquierda. Y si bien es allí donde ha demostrado su valía con mayor acentuación, en el último tiempo –en algunos encuentros– a causa de las bajas se ha visto obligado a obrar como lateral izquierdo, aunque es cierto que, siendo las funciones requeridas para el puesto más variadas, su nivel no ha sido el mismo.
La salida limpia desde atrás es uno de los pilares del estilo de juego que Alexander Medina está desarrollando en Talleres, y ahí Piero Hincapié es un elemento fundamental debido a su gran capacidad técnica. Domina una amplia variedad de recursos en fase de inicio, puesto que atesora una gran conducción y la complementa con la valentía para llevarla a cabo. Uno de los puntos en los que más destaca es el pase raso con su pie zurdo, generando grandes ventajas para sus compañeros desde la construcción de juego y permitiendo a su equipo batir líneas de presión para progresar a campo rival, así como también atraer oponentes para liberar espacios.
En aquellos partidos en los que al compilado cordobés le cuesta dañar al rival desde el ataque posicional, el ecuatoriano es una de las armas para romper bloques y estructuras defensivas. Posee un cambio de orientación muy preciso, que suele llevar la altura y tensión exacta, y es capaz de perfeccionarlo con su privilegiada visión de juego y lectura para identificar huecos en la retaguardia adversaria, al hombre libre de su equipo y activarlo con mucha calidad.
En el apartado defensivo, Piero Hincapié es un exponente a tener en cuenta, sobre todo porque todavía le quedan años de carrera para pulir detalles. Los aspectos sobresalientes son la agresividad en la marca, el anticipo y la lectura de juego para comprender cómo y cuándo intervenir en las jugadas. Esta inteligencia táctica le ha permitido imponerse en gran parte de los duelos defensivos y cometer muy pocas faltas, siendo de garantías en términos de recuperación de la pelota y de corrección en momentos peligrosos.
Dispone de una velocidad avasallante para defender al espacio, clave en conjuntos como Talleres que defienden con la última línea adelantada, y para corregir en velocidad aquellos instantes en los que el rival puede encontrar mal parado al equipo en transición defensiva o en los que él mismo, por su propia agresividad, falla en el primer intento de acoso al contrario. También es capaz de, siendo su equipo uno de los que colocan a los laterales proyectados arriba, realizar coberturas a las bandas con firmeza. La velocidad es, al final, uno de sus puntos más altos: ya sea para defender como para atacar. Es necesario resaltar nuevamente su interpretación de partido y listeza, que le permiten ser uno de los mejores de la Liga Profesional defendiendo la profundidad: suele estar correctamente perfilado y orientado corporalmente.
Con su metro ochenta y cuatro centímetros, es un central fuerte e imponente, difícil de sobrepasar y duro de enfrentar. Dispone de un buen impacto de cabeza y una gran lectura para imponerse en duelos aéreos, aunque uno de los aspectos que tendrá tiempo para perfeccionar es el cálculo en el área propia. También podría agregar un poco más de participación y uso de su salto y cabezazo en el área contraria; ya que podría sumar mucho a su equipo si consiguiese sumar a su gran juego conceptual una cuota goleadora.
Como en todos los futbolistas jóvenes, uno de sus puntos débiles es la toma de decisiones, aunque la ha perfeccionado mucho conforme han pasado los años. Muchas veces peca de exceso de valentía y arriesga desmesuradamente en salida, cometiendo errores que comprometen a su equipo. Suele trasladar esa gallardía ofensiva al apartado defensivo, donde quizá puede flaquear: al ser un zaguero agresivo, en algunas ocasiones abandona su zona y acosa al poseedor rival inoportunamente, dejando espacios detrás y exponiendo mucho a sus compañeros.
Sin embargo, estos puntos de flaqueza no son realmente preocupantes; aunque son particularidades que debe perfeccionar con el tiempo, son más que lógicos teniendo en cuenta su corta edad y trayectoria en el fútbol de Primera División. Además, a esos errores propios suele contrarrestarlos con otras virtudes como, tal cual se indicó previamente, la velocidad para corregir.
Está claro que Piero Hincapié es uno de los defensores centrales con más futuro en Sudamérica y que (casi sin querer) se ha asentado en uno de los equipos más interesantes del campeonato argentino a raíz de cada uno de los aspectos que fueron desarrollados en las líneas anteriores, pero si fuese necesario resumir, es gracias a su valentía con y sin pelota, a su inteligencia táctica y a su constante concentración en cada partido que se ha convertido en uno de los pilares de Talleres de Córdoba, un conjunto que continúa en su constante apuesta por la juventud y que ha sido capaz de encontrar oro ecuatoriano para complementar un proyecto más que cautivador.