“Yo estoy con Byron Castillo, ¡es un Pibe Extraordinario, un Crack, pero no es una Máquina!”
Clasificado a 8vos de Sudamericano con el Santos, Fabián Bustos le envió fuerza al lateral estrella de BSC
Lo conoce muy bien, habiéndolo tenido como su mejor jugador en la temporada 2020 en la que BSC se coronó Campeón de la Serie A venciendo por penales a LDU en el Rodrigo Paz. Y este miércoles, desde Brasil, Fabián Bustos le envió fuerza a su ex pupilo, Byron Castillo, tras ver las imágenes en las que con lágrimas en su rostro le pedía a Jorge Célico que lo sacara de la cancha.
“Estoy con Byron Castillo, es un crack pero no es una máquina. El es un extraordinario pibe y jugador. Fue una noticia muy amarillista (en torno al reclamo de Chile en FIFA para arrebatarle a Ecuador el boleto al Mundial ‘Qatar 2022’, argumentando que su nacionalidad es falsa) pero quiero lo mejor para él y el fútbol ecuatoriano”, inició Fabián Bustos en diálogo con ‘El Pulso del Fútbol’ (104.1 FM).
“Me sentaría a conversar y a tomar un café con Byron Castillo si estuviera en Guayaquil, porque es un gran ser humano”, amplió el DT argentino de 53 años, consciente de que tras pedir ser sustituido con lágrimas corriéndole por el rostro tras cometer un penal en el Aucas 2 vs BSC 1, Byron no viajó a Uruguay para enfrentar hoy a Montevideo Wanderers, habiendo explicado Alfaro Moreno que se quedaba para arreglar su tema “familiar, legal (juicio de alimentos)”.
Mientras que al hablar sobre su presente con Santos, clasificado a 8vos de final de la Sudamericana y 6to (entre 20) en el ultra competitivo Brasileiro, Bustos comentó: “llegamos a un club que está muy organizado pero lo más complicado es que no hay mucho tiempo para trabajar porque tenemos partidos muy seguidos. Toca recuperar y volver a jugar. Hoy Santos no tiene los jugadores que tenía antes como Pelé, pero se tiene que trabajar con responsabilidad en lo posible. Y aparte hay que pelear con equipos fuertes en lo económico”.
Y recordando con cariño a BSC y a toda su gente, culminó: “la decisión de (irse a) Santos se dio porque era desafío profesional y familiar, busqué seguir creciendo porque nunca me imaginé llegar ni a Barcelona ni a Santos. Quiero ver hasta dónde puedo llegar. Solamente tengo palabras de agradecimiento para la hinchada de Barcelona. Son más las muestras de cariño que las de la gente que no gustó nuestro trabajo”.