El Cumbayá FC NO DESCENDIÓ, LO DESCENDIERON intereses oscuros e intervenciones ilegales

Y de aquello tiene mucha responsabilidad, por no decir que toda, la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Claro, aunque todo comenzó con una jugarreta en el Ministerio del Deporte del gobierno anterior, que dio paso a los reclamos cantinflescos de un grupo interesado en recuperar el control del equipo tras haberlo negociado anteriormente.

Luego se designaron dos interventores temporales, que más bien fueron eternos, y que por A o B circunstancias, no llegaron al meollo del asunto. Y nunca habrían llegado, porque simplemente la impugnación del Directorio de Rommel Tapia, cuya gestión pudo ser buena o mala, era ilegal. La segunda de sus intervenciones fue nefasta, el equipo le fue entregado a Luis Aguirre, reconocido dirigente deportivo de Imbabura, sobre quien se advirtió que podía haber conflicto de intereses, ya que Cumbayá FC peleaba por no descender con el equipo de su provincia. Las movidas oscuras siguieron ocurriendo, hasta que un día se hizo la luz.

Ya fue muy tarde. El equipo estaba descendido por más que sus jugadores, quienes también vivieron penurias y hasta tuvieron que entrenarse en el parque de La Carolina por falta de recinto, dejaron la vida en el campo de juego. ¿Cómo se hizo la luz? Milagrosamente, el nuevo Ministerio del Deporte reconoció el error catastrófico anterior, y declaró nula la impugnación; dejando sin efecto la intervención codiciosa que pesaba desde FEF sobre la institución. Pero la suerte ya estaba echada, y ahora el equipo tendrá que navegar las aguas negras de la Serie B en 2025.

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