¡Nunca digas nunca! Barcelona acabó con 25 años de invicto de Liga

El primer tiempo en el estadio Rodrigo Paz Delgado fue completamente inusual. Barcelona Sporting Club se fue a los vestuarios con el marcador a su favor, después de exactamente 45 minutos en los que Liga Deportiva Universitaria le apedreara el racho literalmente. Llegadas de Alexander Alvarado, un cabezazo de Renato Ibarra que se fue al córner tras pegar en la espalda de un central, un gol anulado a José Angulo por injerencia de Lisandro Alzugaray cuando era un golazo y un remate del propio Tin que fue a las manos de Javier Burrai pese a estar solo de frente al arco, fue, en resumen, lo que la visita tuvo que soportar hasta cuando el reloj marcaba el primer minuto adicional y Cristian Ortiz se animó a lanzar un tiro de esquina con la intención de marcar un gol olímpico, que se topó en el camino con la presencia de Angulo, para irse a las redes sorpresivamente y convertirse en el uno a cero. Previamente, los amarillos apenas habían cargado con peligro con una jugada de Francisco Fydriszewski, que anticipó a Ricardo Adé, pero su remate de cabeza se fue desviado por poco.

Para el inicio del segundo tiempo, el Ídolo del Astillero logró leer a la perfección la idea de Fabián Bustos, cerrándole por completo todos los espacios a elenco Universitario, que pese a las variantes no encontró ningún otro camino, que no sea la pelota parada, para ser peligroso. Y fue por esa vía que Facundo Rodríguez y Ricardo Adé asustaron a una defensa bien abroquelada. Todo esto en medio de la desesperación de una hinchada que abarrotó los graderíos de Casa Blanca, y que reclamaba constantemente, al igual que sus jugadores, la constante quema de tiempo que se vivió sobre el césped.

Lo de la recta final fue indescriptible. Una mezcla de ansiedad, angustia, sufrimiento y desesperación en las gradas y en los dos bancos. El juez central agregó ocho minutos, que parecieron insuficientes, pero que al mismo tiempo parecían una eternidad para los amarillos. Luis Zubeldía mandó al campo de juego a todos sus ofensivos disponibles sobre el terreno de juego, pero cuando ya todo era adrenalina, su equipo apostó totalmente a tirar centros que nunca encontraron un receptor bien ubicado. Los últimos segundos fueron una vergüenza, con aficionados de la U en la general sur trepados en las mallas divisorias, el partido suspendido por el árbitro por falta de garantías y los jugadores del equipo casi suplicando que se bajen. Así se fue el invicto de 25 años del estadio Rodrigo Paz Delgado.