¡Aucas sale con un punto de Casa Blanca tras un partido heroico!
Papá superó a Liga hasta jugando con uno menos en partido que necesitó mucho del VAR para ser justo
Sociedad Deportiva Aucas hizo un partido casi heroico para llevarse un punto del estadio Rodrigo Paz Delgado, al empatar uno a uno con Liga de Quito. En el once contra once fue mucho más, pero una tontería de Rezabala los obligó a jugar tres cuartas partes del partido con un hombre menos.
El primer tiempo entre Liga de Quito y Sociedad Deportiva Aucas se jugó con los dientes apretados. El VAR fue protagonista al ayudar a que se sanciones tres jugadas correctas y que permitieron que haya justicia sobre el campo de juego: dos penales y una expulsión en el equipo visitante. Así las cosas, el campeón reinante del fútbol ecuatoriano empezó mejor en el campo, dominando a su rival y copando los espacios ante un equipo Albo con muy poco. Apenas a los 5 minutos ya hubo emociones, por un gol de Roberto Ordóñez, que terminó siendo anulado por un fuera de juego detectado por la tecnología. Y si eso parecía un duro golpe para la visita, a los 25 minutos se advirtió un codazo que no había visto el árbitro, y que terminó con la expulsión, merecida, de Jordan Rezabala.
Aquello no amilanó las intenciones de Papá. Cuando el reloj marcaba los 28 minutos de juego, Bryan Ramírez cometió un claro penal sobre Pedro Perlaza, que el juez central sancionó, y que poco más tarde convertiría en gol Luis Cangá. Uno a cero en contra de todo pronóstico, por lo que había ocurrido previamente. Ese golpe representó el despertar de los Albos, que ya con un hombre más sabían que la tenencia y la paciencia jugarían un papel importante. Y a los 43 de juego, el VAR detectó un empujón de Eryc Castillo sobre “El Caramelo” Martínez a la salida de un córner, y tras revisarlo en el monitor, decretó un tiro penal que Alexander Alvarado transformó en el gol del empate. Así, después de once minutos adicionales, los equipos se fueron al vestuario.
El segundo tiempo fue de absoluto dominio del elenco Universitario. Con un hombre más y muchos cambios ofensivos, empujaron a los Orientales contra su arco. Sin embargo, César Farías montó un sistema infranqueable sobre el terreno de juego, el cual les permitió no pasar mayores sofocones, pese a que no tenían la pelota. En contra parte, La Tuka Ordóñez hizo un partido casi heroico, luchando contra toda la zaga rival en soledad, e ingeniándose para generar peligro. Con la desesperación y los reproches bajando desde las gradas, debido a un nivel de juego que no obedece a la larguísima pretemporada a los fichajes rimbombante, se fue el Súper Clásico Capitalino.